«No sirves para nada» «Eres un inútil» «Estas fea» «Estas gorda» «Nadie te va querer con ese carácter» «Siempre es tu culpa» «Nunca llegarás lejos» «Sin mi no eres nadie».
¿Cuántas veces has escuchado este tipo de frases, desde que eras un niño, una niña hasta el día de hoy?.
Palabras hirientes que te han hecho sentir menos, te han restado valor, que hacen que cada vez que te veas al espejo te sientas mal con tu físico, con la persona que eres, que te hacen pensar que jamás podrás ser feliz ni encontrar el amor.
Bien dicen que las palabras nos pueden construir o destruir, y tienen toda la razón, pero dime algo, ¿Por qué has elegido creer las hirientes y no las buenas?
Estas tan acostumbrado a escucharlas, desde tu infancia cuando mamá o papá te regañaban, en la escuela cuando te hacían bullying y ahora con esa pareja tóxica, que inevitablemente terminaste por creerles.
Pero si te das cuenta, son solo palabras.
Cuando somos pequeños no sabemos nada de la vida y todo lo vamos aprendiendo de nuestros padres y personas que nos rodean, para nosotros los adultos son los sabios, porque tienen autoridad y más años en este mundo, ellos siempre tienen la razón.
Tu mente inocente cree todo lo que le dicen, y ahora imagínate que la mujer o el hombre que te dieron la vida te dicen que la vida es mala y cruel, que no eres el hijo perfecto, que como mujer tienes que ser sumisa, que el dinero hace a la gente mala, que todo lo haces mal, que nunca llegarás a ningún lado, que tu físico no es el adecuado, y un sinfín de palabras negativas.
¡Pues les vas a creer!
Porque ellos son los expertos en la vida ¿verdad?. Y al paso de los años sigues sembrando esas creencias negativas, y las vas escuchando en todos lados y de personas que amas preguntándote ¿Qué hice mal? ¿Por qué yo no puedo ser igual que los demás?
Y cuando alguien llega y te hace un cumplido piensas que se esta burlando, cuando son buenos contigo, dudas de porque lo estan haciendo ¿acaso quiere algo a cambio?
Te preguntas porque otros sí son felices y disfrutan la vida y tu no, ¿acaso Dios me olvidó?, ¿estaré pagando algún karma? «Que injusta es la vida con la gente buena como yo».
No le creas todo a tu mente, todas esas creencias negativas y limitantes que llevas en ella, alguien más las sembró en ti.
Tu llegaste como una hoja en blanco y fueron escribiendo sobre ella, pero nada de eso es real. Tu eres mucho más de lo que te han hecho creer.
Como te decía líneas arriba, si te das cuenta, ¡son solo palabras!
Que maravillosa noticia, porque eso quiere decir que HOY puedes comenzar a creer pero palabras positivas, sobre ti, sobre tu cuerpo, sobre tus capacidades y sobre la vida.
La depresión en este momento puede hacerte creer que es imposible, pero, son solo palabras. Ahora dile tú, lo que quieres y eliges creer.