Una de las razones más comunes de por qué las personas no pueden salir de estos estados negativos es porque sólo se enfocan en los problemas. 

La atención se fija generalmente en el sentimiento que generan esas emociones negativas y no en la causa que las originan. 

Quiero que observes la imagen del árbol. Digamos que la parte «visible» del árbol (tronco, ramas, hojas, frutos) son esas emociones negativas que nos inundan, y los sentimientos que nos generan. La parte «no visible» del árbol (la raíz) son los pensamientos que cruzan por nuestra mente todo el tiempo. 

Si un árbol no tiene buena copa o buenos frutos, de poco o nada servirá podarlo o tratar de arreglarlo superficialmente. Nos tenemos que enfocar en la raíz, tal vez le falta agua, abono o espacio para crecer. 

 Lo mismo sucede con las emociones. Si tratamos de solucionarlos «superficialmente» el beneficio será momentáneo.  Tenemos que solucionarlo desde «la raíz», desde los pensamientos que lo ocasionan.